Una sensación indescriptible.
Sí, así ha sido. Unos momentos emocionantes que siguieron a oír nuestro nombre como campeones de Euskal Herria de pintxos en el Kursaal.
La verdad es que en la preparación para el concurso pasas por todas las fases. La de creación y concreción final del pintxo… madre mía qué largo se hace, cuánto haces, rehaces, desechas…
Y cuando lo tienes, vas con toda la ilusión del mundo, repasando todos los detalles para la elaboración y la presentación.
Ves a todos tus compañeros que han ido al Kursaal con la misma ilusión y vas acercándote a a idea de lo complicado que es ganar. Cuánto trabajo ves también en los demás, cuánta imaginación, recreas los sabores de lo que ves en tu mente… y piensas que este año va a ser complicado. Otra vez las dudas.
Pero bueno, compartimos allí muchas cosas con muchos cocineros de todas partes. Y es enriquecedor, llenas el zurrón con un par de ideas, un nuevo amigo y quizás hasta un nuevo proyecto que compartir…
Pero el lío viene cuando se deciden los premios. Y salir al escenario a recoger el Premio Kutxabank al Pintxo Popular fue la bomba, porque es un premio cargado de significado, lo da un jurado que no es profesional, clientes de bares y aficionados a la cocina… y para nosotros tiene una gran importancia.
Pero “Beltza”, que así se llama nuestro pintxo en homenaje al padre de Naiara, ese brioche relleno de dos guisos tradicionales, uno de kokotxas de bacalao al pil-pil, y otro de chipirón begihaundi en su tinta, acompañado de un caviar de lima, mayonesa de limón, siracha y un aire de guindilla… nos iba a deparar la gran alegría.
Y al oírnos como campeones…se sucedieron los abrazos, aplausos, los nervios, un ligero temblor de piernas, una forma extraña de hablar, la alegría, las lágrimas, los recuerdos y la mirada de un auditorio en el Kursaal al que teníamos que decir algo…
Y qué dices en esos momentos. Pues ahora, pasados unos momentos de ese momentazo, ni siquiera recordamos qué es lo que dijimos.
Acabábamos de ganar el Campeonato de Euskal Herria de Pintxos 2019.
Muchísimas gracias a todos los que nos seguís, a los que les gusta nuestro trabajo y a los que nos aguantáis, familia, amigos y locos de la cocina y de los pintxos.
Seguiremos pensando, trabajando y disfrutando de este maravilloso mundo…
Os esperamos en Danako, y ahí estará “Beltza” esperándote.
